En 1906 se descubrió un tesoro a pocos minutos de Palma: las cuevas de Génova, un fascinante legado natural esculpido en piedra, gota a gota, durante siglos. En la prehistoria, las cuevas naturales de Mallorca sirvieron de hábitat y refugio. Hoy en día, miles de personas están encantadas con su belleza natural, que el agua ha ido esculpiendo durante los últimos siglos: enormes cúpulas, majestuosas columnas, piscinas de agua, túneles…
Reabiertas al público hace dos años, estas cuevas son las más cercanas a la capital de las Islas Baleares. Su proximidad a Palma los hace fácilmente accesibles para los visitantes, ya que se encuentran en el barrio residencial de Génova.
Como el resto de las cuevas de Mallorca, están formadas por un conjunto de galerías subterráneas de origen calcáreo. Estas galerías están unidas por pasillos, formados de forma natural.
Nuestro personal le dará un mapa para guiarlo hacia las cuevas y descender a 36 metros de profundidad.