Sitio increíble, tranquilo, a pie de montaña, a menos de 10 minutos andando del pueblo donde tienes cafeterías, bares y una especie de ultramarino.
La casa está muy chula, a tener en cuenta que es la parte de arriba de una casa, abajo hay un vecino y pegado a la casa hay otra vivienda.
La terracita un lujo, y el balcón para días de lluvia espectacular. Reseñable la bañera y decoración.
Echamos en falta quizá un poco más de iluminación por la noche, por el día con el tragaluz teníamos suficiente luz. Y también un poco más de limpieza, por la ubicación entendemos que haya insectos pero encontramos entre otras cosas, una avispa muerta que parecía llevar bastante tiempo disecada a los pies de la cama.
A nuestra perra, Brownie, le encantó el sitio.
Sin duda ¡lugar para repetir!